Con la llegada del buen tiempo nos animamos cada año a recuperar la cocina tradicional sobre brasas. Casi cualquier alimento bajo la acción de las brasas adquiere un sabor exquisito y aroma característicos. Verduras, frutas, pescados, mariscos y, sobre todo, carnes, aves y caza pueden ser cocinados al aire libre, recuperando un arte antiguo y universal.
Asar a la parrilla es el arte de manejar la llama para crear las brasas adecuadas para que el alimento se ase sin resecarse o quemarse. El secreto principal de la comida asada a la parilla es el fuego, quien no logre un fuego incandescente, colorado y cubierto por una capa blanca corre el riesgo de que el fuego se inflame y estropee la cocción.